martes, 17 de septiembre de 2019

Accesibilidad y precios de los medicamentos

El crítico proceso inflacionario que nos toca vivir, impacta y mucho en la mayoría de los aspectos de la vida diaria de los ciudadanos.

Si hablamos con respecto a los medicamentos, pasa a ser un tema más que crítico y sensible.
En períodos como el actual, con pérdida de empleos, la caída del salario real, el aumento de los precios, impactan de manera en la vida de los pacientes, aquellos quienes necesitan un tratamiento (falta de accesibilidad a los medicamentos) y en las farmacias (caídas de las ventas, falta de rentabilidad, faltantes).
En distintas ocasiones hemos planteado, que la oficina de farmacia, muchas veces supone la primera toma de contacto, del paciente con el entorno sanitario. En ese sentido, también, en muchos casos es bastante estrecha la relación del paciente y el profesional farmacéutico.
A diario, se atienden consultas y recibimos a pacientes que van a ser intervenidos, están en proceso de recuperación o reciben algún tipo de tratamiento, y en ese marco, se convive día a día, con todo tipo de personas, donde se puede observar que muchas veces,  la patología no es solo lo que afecta a la salud, sino lo que le rodea: la soledad, el entorno familiar, las relaciones sociales, la situación económica y social. A veces la enfermedad, es lo menos importante.
En el contexto actual, se vienen generando situaciones desagradables, agresivas y tristes, que afectan directamente a la labor profesional farmacéutica.
Por un lado, los faltantes o atrasos de medicamentos de algunas obras sociales claves, como puede ser PAMI, el Instituto de Servicios Sociales que acompaña a más de 5 millones de Jubilados y Pensionados, no dependen del stock real en cada oficina farmacia.
Hubo un cambio positivo desde las oficinas de farmacias de digitaliza las recetas y comprobantes aportando a la disminución  de tiempo para el proceso de autorización, lo cual promovió oportunamente, adaptar los puestos de las personas y requerir un mínimo de formación y capacidades en la gestión de los medicamentos, por parte del sector farmacéutico. Aptitudes que se han certificado y se validan permanentemente, por parte del Colegio de Farmacéutico.
En muchos casos, que el paciente no pueda acceder a su tratamiento en una farmacia, ya no depende de la farmacias en sí. Depende de la autorización de la obra social y de la disponibilidad del medicamento, en el mercado.
Por otro lado, en lo vinculado a la cuestión precios, es permanente noticia en los medios,  la triada: precios - aumento - medicamentos.
Hay una realidad concreta, que los ciudadanos y los pacientes desconocen: “las oficinas de farmacias no son formadoras del precio final de los medicamentos”.
El precio del medicamento, que paga el paciente es la resultante de la política establecida, entre Estado y los laboratorios.
Desde el año 2015, los precios de los medicamentos superaron aproximadamente anualmente en un 4%, a la inflación.
Las farmacias no deberían ser consideradas parte del problema de la falta de accesibilidad a los medicamentos, por parte de los pacientes, sino por el contrario, son parte de la solución.